En el día de ayer, nuestra asistencia se colmó de alegría y nostalgia, ya que le realizábamos una pequeña y significativa despedida a nuestra compañera Silvia Caballero, quién fue la cara de nuestra mesa de entrada durante muchos años.
Silvia nos acompañó con su compromiso intachable durante muchos años, muchas gestiones. Siempre amable, con una sonrisa nos brindaba el buenos días cada día a quienes trabajamos aquí, y a los vecinos y las vecinas que se acercaban a solicitar un turno. Predispuesta, con escucha atenta ante las diversas demandas, fue ella quien le enseño, desde el primer día a muchas de quienes están hoy en ese lugar, todo lo que necesitaban saber para realizar sus funciones de la mejor manera.
A las compañeras como Silvia, que, por suerte, abundan en nuestro lugar de trabajo, no se las olvida. De todo corazón, deseamos que le vaya muy bien en esta nueva etapa que transita. Prometió que nos visitará en cualquier momento, para compartir y recordar los buenos momentos aquí vividos junto a ella.